El proyecto promocionado por el Ayuntamiento de Girona, tenía cómo objetivo fomentar el uso de la bicicleta y suprimir las barreras arquitectónicas con una intervención que diera más seguridad a los peatones en un itinerario des de la Plaza Prudenci Bertrana, del barrio de la Devesa, hasta el Centre Cívic Ter, en el barrio de Taialà de la ciudad de Girona.
La actuación buscaba reducir el uso del vehículo motorizado, la cual cosa comportaba una reducción de la contaminación producida por los combustibles fósiles, del ruido y de la ocupación del espacio viario. A la vez, también buscaba mejorar la seguridad y comodidad de los desplazamientos a pie de los visitantes y en bicicleta entre dos barrios importantes y el centro de la ciudad.
Al principio y final del tramo que es objeto del proyecto se habían instalado recientemente dos estaciones de Girocleta.